Una vez limpio el pollo por parte del profesional de la sección de carnicería, lo pasamos por agua y secamos.
En un mortero, mezclamos la sal, pimienta, los ajos, tomillo y jugo de limón. Con esta mezcla untamos el pollo, tanto por dentro como por fuera. Y dejamos la mitad del limón dentro de él.
Con un pincel, pintamos el pollo con aceite de oliva.
Lo horneamos durante 90 minutos a 190º C.
Retiramos y lo acompañamos de la guarnición que más apetezca: ensalada, patatas fritas o asadas, parrillada de verduras, ….