En un recipiente grande echamos el agua templada, un pellizco de sal, la mantequilla previamente derretida, la ralladura de un limón, el azúcar, el anís y los huevos.
Batimos hasta que nos quede una crema sin grumos.
A continuación, vamos añadiendo poco a poco la harina de trigo y mezclamos.
Amasamos con las manos dándole vueltas hasta que quede una masa manejable.
La dejamos reposar 60 minutos.
Troceamos la masa y empezamos a estirarla haciendo tiras. Las extendemos con un rodillo hasta que esas tiras queden muy finas.
Ponemos una sartén con abundante aceite de girasol y calentamos a fuego medio.
Vamos añadiendo las tiras a la sartén para que se doren.
Retiramos a un plato y espolvoreamos azúcar glas por encima.