Cortamos la piña de arriba a abajo justo por la mitad. La vaciamos con una cuchara. Hay que vaciarla al máximo, dejando la piel fina. La dejamos reposar boca abajo para que suelte todo el líquido posible.
Preparamos el relleno mezclando todos los ingredientes picados en trozos regulares, aunque el marisco se puede dejar entero. Ligamos con la salsa elegida y rellenamos la piña.
Dejamos enfriar en la nevera hasta el momento se servir. La decoramos con unas gambas y aguacate.