Cortamos las cebollas en tiras y hacemos un sofrito en una sartén con un buen chorro de aceite de oliva. Las retiramos y colocamos en el fondo de una bandeja de horno.
A continuación, cortamos las patatas en rodajas y las marcamos en el mismo aceite que hicimos la cebolla. Las freímos hasta que cojan un punto crujiente. Retiramos y colocamos también en la bandeja.
Precalentamos el horno a 180ºC.
Encima de esa cama, colocamos el rodaballo entero, al que habremos hecho unos pequeños cortes. Añadimos unos tomates cherry, unos pimientos rojos en tiras, y el vino blanco. Salpimentamos al gusto.
Metemos la bandeja en el horno y dejamos cocinar durante 15 minutos a 200ºC.