La empresa Froiz participa, desde su creación, en el Plan nacional de AECOC contra el Desperdicio alimentario #AlimentaciónSinDesperdicio. Este programa busca reducir el desperdicio de alimentos en toda la cadena alimentaria, desde el fabricante y/o productor, pasando por las cadenas de distribución y terminando con el consumidor en su hogar. Consciente de ello, desde Froiz hemos implementado varias medidas -tanto en tiendas como en almacenes- que tienen como objetivo mejorar la gestión diaria y la adecuada conservación y manipulación de los alimentos.
- Apuesta por lo local. El surtido en productos frescos locales, de proximidad y producidos a nivel regional, siempre ha sido uno de los compromisos de la empresa Froiz. Los proveedores locales representan un alto porcentaje en las compras del grupo. Para la gran mayoría de los productos frescos de temporada, seleccionamos proveedores de las zonas geográficas donde estamos presentes, que garanticen las buenas prácticas productivas y extractivas, respetuosas con el medio rural, que reduzcan el efecto invernadero y optimicen el uso de la energía y el agua. Estos productos frescos de kilómetro cero están a disposición del cliente en 24-48 horas.
- Gestión de stock. Se ha optimizado la gestión de pedidos a nivel informático para adecuarlos a la demanda, y así evitar excedentes innecesarios en tienda. Además, se han articulado medidas internas en todos los establecimientos Froiz para evitar las caducidades. Una de ellas es la que afecta a aquellos productos que cuentan con fecha próxima, y que son aptos para el consumo. Son promocionados con una etiqueta donde se especifica el descuento aplicado. Aquellos otros, que ya no son aptos para la venta (como ejemplo, por pequeños desperfectos en el envase) -pero que sí están en perfectas condiciones para ser consumidos con total seguridad- son donados a entidades sociales. En este sentido, los residuos que se generan en las secciones de frescos son enviados a empresas especializadas para su correcto procesamiento. Estos residuos se transforman o se destruyen, con el objetivo de que no generen riesgos para la salud humana, el medio ambiente y, especialmente, para garantizar la seguridad de toda la cadena alimentaria.
- Venta de productos por unidades, lo que facilita que el cliente compre la cantidad que realmente necesita (3 rodajas, 2 filetes, media sandia, 1 limón,…), distintos formatos y una política comercial con descuentos directos por unidad de producto, sin necesidad de adquirir más unidades.
- Formación. Otro factor clave para evitar el desperdicio alimentario, es la formación continua de nuestros profesionales en áreas de gestión, higiene y seguridad, caducidades y manipulación.
- Seguridad alimentaria. Como empresa de alimentación, debemos garantizar la seguridad alimentaria de todos los productos a la venta, para ofrecer las máximas garantías a nuestros clientes.En este contexto, contamos con unos protocolos propios de calidad y seguridad alimentaria, donde se controla todos y cada uno de los procesos de la cadena de suministro, desde su origen hasta el consumidor final. Además de las normas de seguridad e higiene que rigen en todos los puntos de venta, obradores y plataformas para el correcto uso y manipulación de los alimentos de acuerdo con las APPCC.
- Conservación de los alimentos. Es primordial mantener, en todo momento, la cadena de frío positivo y negativo para que los productos lleguen al cliente en un estado óptimo de frescura y conservación. En este contexto, la empresa invierte constantemente en la mejora, tanto de la parte logística, como de las instalaciones para que el producto no pierda calidad. Un ejemplo, es la colocación en los muebles de frío existentes en las tiendas de puertas que permiten mantener de forma óptima la refrigeración o congelación, sin dificultar la visibilidad y permitiendo una buena accesibilidad a los productos. Otro ejemplo, son los controles estrictos existentes en todas las plataformas logísticas, permitiendo un mayor control de la trazabilidad y la cadena de frío, evitando flujos de aire que puedan originar variaciones sustanciales de temperatura en los productos.